sábado, 27 de abril de 2013

La esclavitud y la primera iglesia.


 

La esclavitud y la primera iglesia. 

Alfonso Boza.

Bibliografía:
·      ¿Aprueba la Biblia la esclavitud? Una respuesta al ateo Sam Harris, por Pablo Santomauro.
·        Esclavitud y cristianismo. Revista bibliográfica de geografía y ciencias sociales. Volumen XII, 2007.
·        El debate por los esclavos en las asambleas cristianas a fines del siglo II. Mariano Splendido.
·        Les  esclaves chrétiens, Paul Allard.
·        Sermón de Wayne Partain « Bajo el yugo de la esclavitud ».
·        La esclavitud en el Nuevo Testamento, PAUL COPAN en http://ag.org/enrichmentjournal_sp/201104/201104_108_NT_slavery.cfm
·        La Biblia, Reina Valera 1960.

La falsa idea de que La Biblia no presenta objeciones a la esclavitud ha sido exhibida por el ateísmo como un argumento de peso contra el cristianismo, y ha sido utilizada para cuestionar la autoridad de la escritura sagrada.

 
  1. ¿Qué razones pueden existir para la aparente no oposición de la esclavitud en el Nuevo Testamento?
En el libro de Efesios el apóstol Pablo pide a los amos que sean benévolos con sus “doulos” (esclavos, siervos…), y que éstos estén sujetos a sus amos. También Pedro en 1ªPedro 2:18, pide la sumisión incluso a los amos más duros. La primera reacción es la de pensar que el cristianismo consintió en la práctica de la esclavitud. Vamos a intentar arrojar un poco de luz en este tema.
El cristianismo neo-testamentario es todo un alegato en favor de la caridad, el amor desinteresado, la hermandad entre los hombres; aún así, ni Pablo ni la primera iglesia primitiva se enfrentaron directamente contra el sistema esclavista de la sociedad romana. ¿Por qué causa? Fíjense, el llamado de Pablo en el nuevo testamento es ante todo a la responsabilidad. El levantamiento, la rebelión generalizada, habría acarreado ríos de sangre, como bien lo demostraron las revueltas de esclavos a lo largo de la historia. Así que la abolición de la esclavitud no estaba en la mano de Pablo ni del resto de los apóstoles. El mal no fue desatado.
La epístola a Filemón trata el caso de Onésimo[1], esclavo alejado de su amo y por quién Pablo intercede. El texto nos deja con muchos interrogantes. ¿Por qué Pablo lo envía de vuelta?, ¿Cuál era la deuda que tenía Filemón con Pablo?, ¿Qué perjuicio pudo haber cometido Onésimo contra Filemón?, ¿Fue Onésimo quien buscó a Pablo para que mediara en alguna disputa?
Hay algunas certezas: Pablo trata a Filemón como “hermano amable colaborador” y “compañero”; Onésimo se había ausentado de la casa sin prevenir; Pablo no manifestaba ningún temor por la acogida que Filemón pudiera dar a Onésimo; y no hay evidencias de que Onésimo fuese un fugitivo.
Onésimo volvería a casa de Filemón, pero ya no como un esclavo sino como un hermano amado. La labor de Pablo es encomiable en este episodio, puesto que ayuda a sanar una división, un malentendido entre ambos por medio del amor fraternal.

  1. ¿Qué afirma realmente el cristianismo sobre la esclavitud?
Un cristiano dijo en una ocasión que el cristianismo no es dinamita, sino levadura. El mensaje contenido en las palabras de Cristo llevaba el germen de la abolición de las injusticias del mundo, entre ellas la esclavitud: la mutua sumisión, el dar la vida por los demás, el amor sacrificado, el poner la otra mejilla, el dar a quien lo pida, un amor que todo lo puede, que todo lo soporta, el amor al prójimo como a uno mismo… puso al mundo antiguo de cabeza. Por este motivo,Pablo no emprendió un programa basado en una agenda política. Afirmó la hermandad[2]  y la no resignación[3].
El concepto que la palabra libertad tuvo el cristianismo era novedoso en el mundo civilizado. La fe cristiana liberaba a la persona de la esclavitud de la muerte y del pecado, la restablecía en la verdadera libertad: la capacidad de hacer el bien desde la gracia divina. “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, dijo Jesús. Los esclavos tuvieron en la fe la fuerza necesaria para sobrellevar el duro trabajo, e incluso el martirio. Como anécdota conste el gran asombro de los paganos cuando, tras el suplicio de algún esclavo, la Iglesia recogía arrodillados y entre himnos los huesos de estos santos mártires.
El cristianismo dignificó el trabajo manual. El hecho de que, el trabajo en la sociedad judía no fuese objeto de desprecio, tal y como ocurría en las clases opulentas romanas, fue una de las claves en la propagación del cristianismo entre los humildes y los esclavos. Jesús había sido carpintero, Pablo trabajaba con sus propias manos y alentaba a los demás a ganar su propio pan.
Los esclavos fueron miembros iguales en la Iglesia. En varias ocasiones, Pablo saluda a quienes trabajan en la casa de algún amo[4]. En otras, se refiere a Andrónico y Urbano (nombres propios de esclavos) como parientes, estimados entre los apóstoles, colaboradores…(Romanos 16:7-9).Roma llegaría a sentir con el tiempo la amenaza de esta fraternidad.
Por su parte, los amos fueron llamados a comportarse con justicia y rectitud, sabiendo que debían de dar cuentas al cielo por cada una de sus acciones.[5]
Con todo, Pablo siempre reconoció en la esclavitud una forma vil de opresión; y alentaba a los esclavos a ser cuidadosos con su testimonio[6]; su servicio debía de manifestar el amor a Dios[7].  
La nueva condición espiritual quedaba situada por encima de la lamentable posición social del esclavo. El esclavo fue integrado dentro de una nueva comunidad de la que Cristo era el fundamento[8].
La práctica de los secuestros, el tráfico de personas fue objeto de denuncia en el Nuevo Testamento[9].
El primer cristianismo tuvo bien claro que la única manera de cambiar la sociedad era desde dentro, desde la transformación de la conversión. Este es un hecho que debería hacer recapacitar a los evangélicos atraídos hoy en día por los espejismos de los métodos carnales. El método apostólico fue cambiar a la gente a través del cambio de sus corazones. El  pensamiento cristiano estaba fundamentado en la razón siguiente: el reino de Dios es un reino de justicia, y no está llamado a implantarse por la fuerza del decreto. El primer cristianismo no atacó directamente a la esclavitud. Simplemente actuaba como si está no existiera, a pesar de su dura realidad.


  1. ¿Cómo  vivieron los primeros cristianos esclavos?
Los esclavos estaban excluidos de la religión romana. La primera iglesia, con sus pocos recursos, compró la libertad de muchos esclavos. Incluso algunos hombres libres se vendieron como esclavos para liberar a sus hermanos en la fe. Muchos amos cristianos liberaron a todos sus esclavos. Un hecho inconcebible para la mentalidad. Se cuenta como en el siglo quinto Melania, una rica potenciada cristiana, dilapidó todas sus riquezas para liberar a 8000 esclavos.
En lo  personal, la conversión al cristianismo de los esclavos supuso un restablecimiento de su dignidad en el seno de la comunidad religiosa. El esclavo converso gozaba de la distinción de ser llamado hijo de Dios. Todos sin distinción, libres o no, recibían una fe, un señor y un bautismo. Los esclavos tuvieron acceso a cargos de liderazgo dentro de la comunidad. Transgrediendo la ley romana, el matrimonio entre libres y esclavos fue permitido por parte de la iglesia, unas uniones que de común eran consideradas nulas e incluso delictivas. La igualdad era visible en los gestos: tanto el amo como el esclavo se arrodillaban uno al lado del otro en el servicio religioso, se sentaban codo con codo en los ágapes y eran enterrados uno al lado del otro en los cementerios. Inaudito para la época.
      La igualdad fue una conquista fundamental de la primera iglesia. A medida que crecía su influencia, más amos liberaron a sus esclavos. El don de la  libertad se generalizó como la primera de las ofrendas de los creyentes. No era extraño ver cómo  amos cristianos se despojaban gratuitamente de la totalidad de sus esclavos.
      El esclavo tuvo que ser levantado poco a poco desde la posición más denigrante. El esclavo era de común el objeto sexual de su amo, eran mostrados impúdicamente en las escenas de los teatros… La fe en Cristo que se extendía inspiró un horror hacia estas prácticas abominables. Dignificó las relaciones íntimas dentro del marco del matrimonio e inspiró el amor sacrificado por la familia.  Como resultado, disminuyeron los casos de hijos abandonados o de menores dedicados a la prostitución. La sociedad pagana romana recibió estos beneficios. Desde la conversión individual el grupo social era tocado. En la esfera del trabajo, la vida humilde de Cristo y de los apóstoles, alentó a muchos a desprenderse del lujo y de la avaricia. La iglesia dignificó con sus enseñanzas el trabajo manual y los apóstoles combatieron la holgazanería. La notable expansión del cristianismo tuvo como efecto el aumento de una cantidad considerable de obreros libres hasta el siglo V, lo que estimuló la economía.
       Entre las victorias del cristianismo figuran: la prohibición de marcar el rostro, la abolición del suplicio de la cruz, los primeros diseños de ayuda pública a los pobres, el castigo por homicidio al amo que matase a su esclavo, la adquisición por los libertos de los derechos ciudadanos, la prohibición de los combates de gladiadores, la anulación del derechos de separación de los miembros de una familia de esclavos… todos triunfos sociales de la fe cristiana. Las leyes de Constancio permitieron la liberación de los esclavos dedicados a la prostitución; las de Teodosio, devolvieron la libertad a los hijos vendidos por sus padres; las de Honorio, acabaron con las luchas de gladiadores (como consecuencia del martirio de Telémaco); las de Justiniano, convirtieron en delito el rapto de mujeres esclavas y acordaron a los hijos de esclavos el derechos de heredad de sus padres… la iglesia intentó en la medida de lo posible ampliar estas leyes, incluso convirtiendo los primeros monasterios en lugares de acogida de esclavos perseguidos por sus amos. Las palabras duras de rechazo de Justiniano ante la esclavitud en la primera mitad del s.VI, no son más que el eco de la indignación de los padres de la iglesia desde el primer siglo. Y desde Roma, esta luz de libertad se extendió a todo el imperio romano. Todas las mejoras introducidas hasta el siglo VI en la condición del esclavo se deben exclusivamente a la fuerza del espíritu evangélico.
Los principios fecundos del cristianismo actuaron, sin declaración de guerra, sin ruido, sin revueltas; aunque la tensión entre paganismo y cristianismo fuera en aumento a medida que se igualaban las fuerzas. Entre los siglos IV y V, la balanza se inclinó hacia leyes cada vez más humanas. La justicia, la caridad y el amor al prójimo fueron emergiendo desde las catacumbas, y tras 500 años de lenta erosión, sobre el monumento frío, colosal y cruel del derecho romano, la iglesia llegó a plantar la cruz de un carpintero judío.
Fin
     
     




Filemón  Capítulo 01
1:1 Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro,
1:2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:
1:3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1:4 Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de tí en mis oraciones,
1:5 porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos;
1:6 para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.
1:7 Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos.
1:8 Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene,
1:9 más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo;
1:10 te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones,
1:11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,
1:12 el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.
1:13 Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio;
1:14 pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.
1:15 Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;
1:16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.
1:17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo.
1:18 Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.
1:19 Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también.
1:20 Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor.
1:21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo.
1:22 Prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido.
1:23 Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús,
1:24 Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.
1:25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

[2] Gálatas 3:28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Colosenses  3:11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
[3] 1ª Corintios 7:21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más. 
[4] Filipenses 4:22 Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César. 
[5] Colosenses 4:1 Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos.
[6] 1 Timoteo 6:2 6:1 Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina. Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos, sino sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su buen servicio. Esto enseña y exhorta.
[7] Colosenses 3:22-25 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;  sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.
[8] Gálatas 3:28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. ; Colosenses 3:11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
[9] 1ª de Timoteo 1:9-10 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 

viernes, 5 de abril de 2013

La figura del maestro en el Aikido.

La figura del maestro en el Aikido.
Muchos discípulos de Ueshiba estaban convencidos de que su maestro era un elegido de los dioses. Esto no era casual. Nakanishi se encargó de promocionar la figura mítica de Ueshiba. Un hombre tan extraordinario como Ueshiba, afirmaba, era del producto de numerosas reencarnaciones, como si la muerte no fuera lo bastante fuerte como para frenar el impulso divino que llevaba dentro este maestro de artes marciales. Entre los primeros discípulos de Ueshiba, y curiosamente aún en los tatamis hoy en día, había el sentimiento de una gran distancia entre el dominio del arte en el maestro y el alumno. Tsuda, uno de sus últimos discípulos, se veía a sí mismo ante Ueshiba como un pequeño animal caído en el barro, impresionado ante un pájaro inmenso. Refutaba a aquellos que afirmaban que los alumnos se tiraban por cortesía ante un viejo de 80 años, como puede verse en algunos vídeos de la época. Hoy en día, en el mundo de las artes marciales, tener la cabeza fría es una condición indispensable para no caer fácilmente en la auto hipnosis de la sumisión al maestro.
Alfonso Boza 


Totalismo, Miquel Porta Perales Breve reseña.

Totalismo: la renuncia al propio juicio, el adoctrinamiento del pensamiento para que la gente cambie de verdades. Una ideología que...