domingo, 24 de febrero de 2013

Kotodama.


El kotodama o kototama, es un compuesto japonés de dos términos con el significado de “el alma de las palabras”. Este concepto reposa sobre una creencia bastante antigua del Japón, y de otros lugares del mundo, que afirma que los sonidos y  las palabras son fuentes  de poder por si mismos.
 Ueshiba hace corresponder la potencia del encantamiento verbal, el sortilegio, con la idea del verbo cristiano. El fundador del aikido desgaja la orden del Creador, le confiere autonomía; y asevera que la enunciación humana se coloca, de manera inexplicable, a la misma altura que el verbo divino en su poder creador y modulador de la realidad.

martes, 19 de febrero de 2013

Tama-furi. Desenmascarando prácticas peligrosas.

El Chinkon Kishin es una práctica que algunos derivadan del sintoísmo antiguo, y  que el propio Ueshiba aprendió junto a Deguchi Onisaburo creador de la secta Omoto. Bajo este nombre se reúnen una serie de ejercicios que persiguen la finalidad de amordazar la conciencia bajo la aduladora aspiración de unión con lo divino. Se promete la posesión (en japonés: kamigakari) del practicante por un espíritu, un estado de trance, lo que no es poco. En algunos estilos de aikido tradicional se practican los movimientos del Chinkon Kishin, es el caso del Tama-furi (o “movimiento del alma”) cuyo propósito es unir las fuerzas vitales. Es así, como hoy en día, tal como Ueshiba practicaba, es posible oir las invocaciones a los dioses Amaterasu-ō-mi-kami (diosa del Sol), de Ōharaidō (kami de la purificación) y de Ame-no-mi-naka-nushi-ō-kami (kami del Centro), durante la ejecución del Tama-furi en algunas escuelas de Aikido.



Alfonso Boza

Totalismo, Miquel Porta Perales Breve reseña.

Totalismo: la renuncia al propio juicio, el adoctrinamiento del pensamiento para que la gente cambie de verdades. Una ideología que...