Totalismo: la renuncia al propio juicio, el
adoctrinamiento del pensamiento para que la gente cambie de verdades. Una
ideología que se quiere irrefutable.
El
totalismo es una creencia actual. El pacifismo, el ecologismo y el feminismo
son los sustitutos del comunismo y del socialismo.
Nuevos
movimientos sociales aparecen contra los sistemas tradicionales de partido
buscando cambiar la vida de las personas. Tienen como característica el ser
asamblearios e interclasistas. Estos movimientos se realizan en torno a unas
pocas cuestiones:
- Paz
- Medio ambiente
- Mujer y emancipación
- Pobreza
- Corrupción
Estos
movimientos se sustentan en tres pilares: el buenismo, el juvenismo y el
marxismo.
El buenismo.
Se trata
de una creencia de corte sentimental caracterizada por la tolerancia extrema,
donde el diálogo es terapia y se practica la concesión de derechos sin fin. Es
una utopía de armonía social, una revelación laica, un optimismo antropológico
que cree en la fraternidad universal como método de reconciliación.
Los
axiomas del buenismo son los siguientes:
- Vida plena y gratificante. Se persigue una vida armoniosa, saludable donde cada uno debe que aceptase asimismo, respirar aire puro, meditar, ser positivo y no juzgar.
- Inteligencia emocional, multiculturalismo. Se cree que para el progreso académico es necesario para el bienestar emocional. De ahí la importancia de gestionar y expresar las emociones y sentimientos en el colegio. La escuela como el alambique de mezcla de culturas. Un mundo feliz donde todos se aman fuera de la disciplina y de la competitividad. El aula se transformará en el púlpito buenista que establece la felicidad por decreto.
- Paz y amor. Son los carteles de los no a la guerra, de los acólitos del Guernica, de los escribientes de cartas plañideras a la ONU. Son los que tararean el Imagine de Lennon.
- Acabar con el patriarcado. El feminismo actual pretende la hegemonía discursiva. Persigue la construcción cultural del hombre y de la mujer más allá de los hechos biológicos redefiniendo para ello el lenguaje.
- Humanidad justa y armonía con la naturaleza. La ecología se ha transformado en un pensamiento totalista como único modelo interpretativo de la realidad. Se trata de una verdad absoluta e irrebatible que busca restaurar la felicidad perdida por causa del capitalismo. La ecología no dialoga, impone qué hacer para salvar la tierra. Es un movimiento militante y proselitista que trabaja, difunde, escribe, participa, inspira … Se enfrenta al eco culpable que no recicla, que consume en campañas comerciales. Es el proyecto o imperativo que implica a todos sin pedir la opinión. Hoy en día, el ecologismo está impregnado de comunismo, pro género, feminismo y pro aborto.
El juvenismo .
El
juvenismo es la solución a estos males. La juventud común valor por sí mismo
que se venera, porque supuestamente de ellos viene el cambio. Se trata de una
retórica salvífica que triunfa porque vende ilusión. Piensan que cambiando el
mundo de los mayores todos estaremos bien. Es la aparición del pueblo bueno
frente a políticos y banqueros malos. Son inquisitoriales porque dar
certificados de bondad y maldad. Se caracterizan por su falta de escucha,
porque sin éstas con ellos entonces eres el malo.
El marxismo.
El golpe
de estado moderno pasa por la desestabilización política y el activismo
agresivo a través de representaciones: primero deslegitimado al estado de
derecho, y segundo estableciendo un proyecto redentor. Por ello, se creará la
historia de la injusticia que justifica el imperativo moral de la rebelión. Son
grupos que se mueven por las redes apelando a las emociones. Es la utopía
social desde el enfrentamiento con el poder y la rebelión como causa de
existencia. Creen que lo que oprime al hombre es el sistema y que la rebelión
les liberará. Creación de antagonista.
El libro
tiene un apartado dedicado al multiculturalismo
que define como la imposición de un sistema de homogenización global que
elimina la diversidad humana. Su panacea es el diálogo intercultural, pero el
autor señala que incluso el diálogo tiene reglas y que el consenso también
implica algún grado de subordinación. La ciudadanía implica obligaciones y
deberes, y se pregunta si determinados procesos de inculturación pueden ser
dañinos. El multiculturalismo es una forma de humanismo en cuanto cree que el
hombre puede llegar a la armonía con su prójimo, administrando la diferencia y
la diversidad. El libro levanta una serie de preguntas como si todas las
diferencias culturales deben ser aceptadas, si las minorías deben gozar de
derechos especiales, si se ha de tolerar la aparición de una sociedad paralela,
si una identidad centrada en la cultura de grupo al margen de la mayoría no es
un germen de inestabilidad… Hay ideas
con muy buenas intenciones que no son siempre sinónimo de éxito.
El autor
dedica asimismo algunas líneas a la educación,
y opina que hay un interés por quitar el centralismo y el protagonismo de la
cultura europea, marcando el acento en una educación en valores y ética. Se
trataría de una reforma del pensamiento formadora, antioccidental y redentora.
Para ello, se relativiza la cultura propia, y
se cree que lo que pensamos de la ajena es estereotipo y prejuicio.
El
totalismo es una utopía peligrosa y puede llevar al despotismo, pues el fin
para ellos siempre justifica los medios.
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