
- Debemos recibir el reino de Dios con la credulidad de un niño, pero nuestra fe no debe ser infantil sino madura y aprender sobre Dios en profundidad.
- Existe una gran corriente escéptica dentro de la Iglesia acerca de la confiabilidad de las Escrituras, en parte a causa de teólogos descreídos.
- Se ha extendido la idea de que Dios puede ser tan solo nuestro Salvador, pero no nuestro Señor.
- Los creyentes han llegado a despreciar todo el saber humano, sin percibir que la vida cristiana se desarrolla en el mundo.
- Hay un gran temor en mezclar nuestras vidas en controversias por causa de Dios.
- Nos hemos dejado llevar por el gobierno de los sentidos en lugar del racional. No se trata solo de sentir a Dios, para amarlo más hay que conocerlo más.
- A imagen del relativismo cultural, muchos cristianos afirman guiarse solo por el Espíritu desatendiendo el valor de las Escrituras.
- Muchos han sustituido el estudio metódico y serio de la Biblia por la más relajada lectura devocional.
- No debemos dejarnos llevar por la pereza. La santificación es un proceso en el que somos colaboradores con Dios.
- Debemos recuperar la necesidad de estudiar las Escrituras para crecer en gracia y conocimiento.
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